sábado, 22 de mayo de 2010

MUÑECAS DEL BICENTENARIO



Son dias festivos, nuestro país cumple años y hay festejos al por mayor.A mí el bicentenario me encuentra trabajando en unos pedidos nuevos de muñecas que se van a provincias lejanas, y mientras cosía pensaba en los doscientos años y en las muñecas.
Entonces me vino la imagen de mí, chiquitita, y recordé las muñecas de ese momento, y después la imagen de mi mamá y de mi abuela y de como serían de niñas y con que jugarían, y entonces me puse a buscar y a preguntar y encontré tantas cosas que pensé en escribirlas aqui porque seguramente algunos de ustedes se acuerda de estas muñecas y también se puede poner a re-cordar conmigo...


Doscientos años de muñecas

Hablar de muñecos en el pasado a veces es bastante difícil, ya que han estado presente desde tiempos inmemoriales pero constituyéndose naturalmente como elementos de ritos o de ceremonias.Existen figuras realizadas en diversos materiales,madera, hojas,piedras y huesos tallados,lienzos, hilos, que datan de mucho antes de 1810.
Es difícil sin embargo marcar el momento exacto en que se convirtieron en juguetes de niños, seguramente ha de estar relacionado con el nacimiento de la infancia como construcción social , teórica, cultural y económica.
No existen demasiados testimonios de la existencia de muñecos para niños en la primera mitad del siglo XIX ,sí en cambio, en la segunda mitad, cuando aparecen las primeras muñecas de porcelana de la colección de Castellano-Fotheringham que se exhiben actualmente en el Museo Isaac Fernández Blanco.La posibilidad de tener muñecas en esa época y aún después dependió mucho del status social y el nivel adquisitivo, ya que existen en Europa desde muchos años antes, pero con costos muy elevados.La mayor parte de las muñecas del siglo XIX en la Argentina, provienen de Alemania, Inglaterra y Francia.
Ya más cerca en la historia aparecen marcas nacionales que seguramente algunos de ustedes recordará.
Los frágiles malcriados "Halcón" de pasta que se rompían en mil pedazos, mi tía me contó muy dulcemente "había que agarrarlos con mucho cuidado"
Las muñecas "Famil", populares por su bajo precio,con su pasta hecha con aserrín de madera y cola era muy resistente casi irrompible.
Alide proporcionó una innovación al incorporar la tela en su cuerpo.Sus modelos de lujo finamente terminadas y vestidas engalanaron por años las vidrieras de las mejores jugueterías de Buenos Aires.
Mas tarde aparecerían las muñecas caminadoras como "Linda Miranda", las que paseaban en andador y otras que movían los ojos y hablaban a su mamá.
Sería el año 1950 cuando apareció un nuevo material:el vinilo de consistencia flexible e irrompible que dominó totalmente el mercado y terminó con el cierre de las fábricas de muñecas de pasta. De esta época recordamos la famosa "Piel Angeli" (mi amiga Lili tenía una!!!)
A esta historia de muñecas podemos agregar los tan conocidos bebotes, de distintas marcas y modelos, el bebé de Yoly Bell (yo tenía!!!)las muñequitas negras ,las muñecas de papel que venían en las revistas, el muñeco del Topo Gigio!!!! (mis hermanas lo tenían!) venía el topo y su novia, en plástico y en goma espuma. Quizás alguno de ustedes recordará también las muñequitas de las mil caras, que dentro de un gorrito de plástico podiamos hacerle girar la cabeza a nuestro antojo.
Unos años más tarde y llegando de tierras lejanas las atractivas Barbies de Mattel coparon el mercado, integramente de plástico con sus mil vestidos , su auto, sus mascotas y hasta su novio Ken.
Y entre tantas muñecas y tantos años yo recuerdo sin embargo una que tenía en mi infancia,de esas que no necesitan fábrica, que se les notan las puntadas y los remiendos hechos por madres, abuelas, maestras, tías,una rellena de lana que quedó marrón de la tierra que levantaba cuando yo, muy pequeña la arrastraba con tal que me acompañe a todos lados, fue más que una muñeca, quizás un hada en cuerpo de tela.
Una historia de muchos años de muñecas,que han pasado y seguirán pasando mientras haya niños,algunas serán compradas y otras hechas con un pañuelo o una remera de mamá, algunas se romperán y otras quedarán para nuestros hijos, lo importante es que llevarán siempre en su esencia una la magnífica misión que han cumplido en todas las épocas de manera excelente y amorosa, la bella tarea de acompañar el alma de los niños en este espacio de juego que llamamos Tierra.


Natalia


Agradezco a todos los que me han contado cosas de sus muñecas y a Mario Bolotinsky por sus palabras.

No hay comentarios: