martes, 10 de marzo de 2009

Khailas en la Revista Solo Chicos


Muñecos para el alma.

Los juguetes existen desde tiempos remotos. Los más antiguos son reproducciones de figuras humanas, es decir, muñecos, hechos de madera, arcilla o bronce.
A lo largo de la historia estos muñecos han ido cambiando algunas de sus características, usos y materiales, pero su esencia sigue intacta determinando así su eternidad.
Mientras haya niños habrá muñecos porque en el universo infantil no es posible sustituírlos por nada semejante.
El niño en sus primeros años de vida se encuentra entregado con una enorme apertura a todas la vivencias de su entorno y nada de lo que en él sucede le es ajeno. De allí que el adulto debiera prestar especial atención y dedicación a la hora de elegir o encargar un muñeco.
Son importantes por ejemplo, los materiales con los que está realizado, será diferente si son de plástico, o de madera, o tela; si realmente es un muñeco significativo para el niño o lo es más para el adulto; si está realizado en serie o en forma artesanal.
El niño va a realizar grandes descubrimientos con ese muñeco, va a establecer una de las relaciones más importantes de su infancia que atesorará por el resto de su vida (Recordemos los que ahora somos adultos…)
Un muñeco es un ser muy especial. Esta allí. Acompaña. Devuelve. Revela. En la relación con un muñeco, tanto seamos adultos o niños surgen siempre cosas nuevas, interrogantes, juegos que nos invitan, nos provocan y nos hace mover, y en el movimiento, crecemos.
Un gesto de amor es una caricia al alma y los muñecos pueden hacerlo. Llevan en su interior latiendo, una poesía especial que cuando lo sienten necesario la recitan al oído del que la quiera escuchar.
Nota publicada en Revista SoloChicos Nº 15.Nov/Dic 2008
www.revistasolochicos.com.ar

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un placer contar con tu presencia en nuestra revista.
Un abrazo grandote

El equipo de Sólo Chicos